lunes, 30 de junio de 2008

Reflexión de Beatriz Herrera

Hola a todas! Me da alegría tener la oportunidad de compartir a través de este medio nuestro interés común.

Cuando entré y vi que nadie habia publicado su comentario sobre el trabajo asignado me dió susto,pero ni modo, lo envio hoy que tengo la posibilidad.

Mucha suerte para cada una y para José. Hasta pronto. Ahí va mi comentario.

Del libro de Elisabeth S. Fiorenza: “En Memoria de ella”

Experimenté varios sentimientos a lo largo de esta lectura. Inicialmente experimenté u cierto rechazo por la dificultad inicial que encontré al leer este texto tan denso y complejo, que tiene una jerga que es propia de exégetas. Pero al mismo tiempo me sentí retada a abordar con paciencia este texto, para entender su significado. Entonces descubrí que es un estudio serio y bien documentado, pues me llamó la atención la cantidad de textos, autoras y autores que ella incluye en su propio libro.

Sentí una gran admiración por la autora y por otras mujeres que a lo largo de la historia han hecho un trabajo serio que buscaba rescatar el puesto de la mujer en los distintos ámbitos de la vida y que como es de esperar, encontraron grandes controversias que no las hicieron callar. Al terminar de leer esta parte del texto, siento mucha curiosidad de continuar leyendo para entender cómo se hace una reconstrucción humana de la historia del Cristianismo, digo humana porque incluye la perspectiva femenina y masculina.

Una clave para leer la Biblia:
Leerla tratando de separar la forma del contenido. La forma es histórica y está condicionada por una imaginería patriarcal y por un lenguaje androcéntrico. El contenido, es la revelación de Dios, que necesita ser desentrañado de la forma. Es fundamental entender que las formulaciones son históricas, que fueron hechas en un contexto concreto y desde una visión selectiva de la realidad.

Este tipo de lectura “desentrañadora” y también, de alguna manera selectiva, nos invita a tener una nueva postura con respecto nuestra forma de abordar la Biblia a “No aceptarla totalmente ni a rechazarla por completo”, como afirmaba Elizabeth Stanton. Parece que una hermenéutica de la sospecha y método de análisis histórico crítico puede ayudarnos en este proceso. Y me pregunto cómo hacer este aprendizaje y cómo divulgarlo entre las personas con las que compartimos la vida y la fe?

Necesitamos cambiar el imaginario de percibir y leer la Biblia como una revelación divina, palabra de Dios tiene para nosotras una palabra que decirnos sólo en el ámbito religioso. Para nosotras mujeres principalmente aprender a ver la Biblia como un arma política que puede desencadenar conflictos y luchas en otras ámbitos de la vida.

Finalmente me impresionó mucho tomar conciencia de que se han usado los mismos pasajes bíblicos a través de la historia para justificar la situación de opresión de la mujer. Y que somos nosotras mismas las primeras en promover y aceptar semejante error. Esto me lleva a concluir que necesitamos cambiar el paradigma mental de percibir y leer la Biblia como una revelación divina, Palabra de Dios que tiene algo que decirnos, pero sólo en el ámbito religioso y que es una palabra “inofensiva”. Es necesario cambiar el enfoque doctrinal de interpretación bíblica tan acentuado todavía en muchos medios eclesiásticos. Aprender a ver y a utilizar la Biblia como un arma política que va a desencadenar conflictos y luchas en otros ámbitos de la vida. Pues ninguna reforma verdadera se puede dar sólo en un ámbito de la sociedad, lo mismo, la interpretación feminista tiene afectar todos los ámbitos de nuestra vida.


-. Del libro de Clarissa Pinkola: “Mujeres que corren con los lobos”

Desde que comencé a leer el libro de Clarisa Pinkola, percibí en mí una atracción especial por su contenido, su lenguaje sugestivo. Me pareció una lectura fácil, pero profunda.

Inicialmente la comparación hecha entre las características de la mujer sana y la loba sana me pareció genial: son características comunes, la percepción aguda, el espíritu lúdico, la elevada capacidad de afecto. Ambas son sociables, están dotadas de fuerza y resistencia, son extremadamente intuitivas, capaces de adaptarse, fieles y valientes. Me sentí tremendamente atraída por estas características y deseo llegar a poseerlas.

Me causó mucha admiración saber que la autora necesito de más de 20 años para desarrollar el arquetipo de la mujer salvaje y que ha dedicado 25 años de estudios de pautas arquetípicas y el doble de años en estudiar los mitos, cuentos y folclore de sus culturas familiares, que son variadas y ricas. Esto me hablo de trabajo serio, sistemático y de una sabiduría acumulada a través de los años. Me sentí invitada a acoger con respeto y gratitud la sabiduría y experiencia de esta mujer.

Pero quizá el sentimiento más fuerte que he experimentado es el sentirme provocada, invitada y a casi hasta retada para entrar en contacto con la mujer salvaje que hay en mi. Para irla dejando ser ella misma en toda la expresión de la palabra.

La imagen de la naturaleza salvaje descrita por Clarissa como “una maestra, madre, y mentora salvaje que sustenta contra viento y marea la vida interior y exterior de las mujeres” me conectó con la imagen Teresiana de la persona humana que tiene en lo más profundo de su ser un castillo interior, espacio privilegiado para entrar en contacto con su Dios y con lo más profundo de sí misma. El encuentro con Dios y con sí misma en su interior, capacita la persona para entrar en contacto con el mundo exterior de una manera nueva.

El vivir en contacto con este mundo interior no la enajena del exterior, al contrario, la ayuda a estar más presente, desde lo mejor de su ser y desde lo más profundo de sí misma. La mujer que vive conectada a su naturaleza salvaje y se deja guiar de ella es como la persona que ha encontrado a Dios en su centro y que permite que de ese encuentro surja una nueva creatura, llena de vida que dona a su paso.

De alguna manera en mi mente también equiparé la intuición de la mujer salvaje con la sabiduría que nos presenta la Sagrada Escritura. Dice Pinkola que la intuición tiene muchos ojos. “Cuando afirmamos nuestra intuición somos como la noche estrellada: contemplamos el mundo a través de miles de ojos” (pagina 24). El libro de la Sabiduría (capítulo8) al describírnosla veo que tiene que ver mucho como la intuición. Tanto la intuición como la sabiduría son compañeras ideales para la vida, son buenas consejeras en todas las situaciones de la vida, por que saben ver más allá de las apariencias y porque tienen una visión profunda, desde distintas perspectivas y ambas nos conducen a la verdad de las cosas y de las personas.

Finalmente con la lectura de “Mujeres que corren tras los lobos” se ha despertado en mí muchos deseos de seguir profundizando en la naturaleza de la mujer salvaje a medida que continúo entrando en contacto con mi propia naturaleza salvaje. Pinkola mencionó varias formas que son tareas concretas para recuperar la naturaleza salvaje en las que deseo invertir tiempo y energía: ponerme en contacto profundo con estos relatos, examinar y hacer trabajo con mis sueños, tratar de conectarme y escuchar mis sensaciones físicas y recuerdos corporales, también el arte de formularme preguntas y dejar que ellas sean una llave que abre y saca a flor de piel mi naturaleza salvaje. Y poder un día, al igual que la Loba cantar sobre los huesos que con esfuerzo pude ir recogiendo. Estos huesos no son otra cosa, sino aspectos distintos de la misma fuerza indestructible que es la mujer salvaje, que está en mí y en toda mujer.

29 de junio de 2008 13:14

jueves, 12 de junio de 2008

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