miércoles, 23 de julio de 2008

Aporte

“En memoria de ella”

Según afirma la autora:

"En Memoria de Ella empieza con la premisa fundamental de que en el pasado, las mujeres no han sido sólo discriminadas y victimizadas; sino que han sido también agentes de la historia que han producido, definido y sostenido la sociedad en general y las relaciones socio-religiosas del cristianismo primitivo en particular".

La Biblia ha sido interpretada androcéntrica y Patriarcalmente a través de la historia, situación que ha marcado la exclusión de la mujer en la misma.

Es necesario cambiar el enfoque doctrinal en la cual se encuentra enmarcada. Se debe encaminar hacía una interpretación más incluyente y contextualizada, lo que permitirá explicar el por qué de sus escritos.
“Mujeres que corren con los lobos”


La autora nos invita a través de su obra a conocer nuestro interior profundamente, rescatando toda aquella parte vital del ser que de alguna manera tenemos domesticada.

A través de los cuentos a que hace referencia (los cuales considera como una medicina, debido a las enseñanzas que contienen), Pinkola nos muestra una forma de reinterpretar y comprender nuestras experiencias de vida, para que así podamos actuar en plena conciencia de nuestros actos.

La comparación que realiza entre las características comunes de la mujer sana y la loba sana, es completamente fantástica. Nos dice que la mujer salvaje es aquella “célula resplandeciente que contiene todos los instintos, fuerzas y saberes necesarios para la vida”.

Hay que iniciar el rescate de esa mujer salvaje que está en nosotras, siguiendo las indicaciones que nos da la autora.

Lo cual nos permitirá extraer definitivamente lo mejor que tiene cada persona, y así algún día podremos cantar sobre los huesos (que son el símbolo de la fuerza inalterable) que hemos ido acumulando en el camino, tal como lo hizo lo loba.

EN MEMORIA DE ELLA

Hola a todas y a José. Me faltaba colgar mi comentario sobre el texto “EN MEMORIA DE ELLA” y no quiero dejar de hacerlo, aunque sé que no fui fiel a la fecha límite establecida, pero a veces las circunstancias no favorecen nuestras mejores intenciones y por eso hasta ahora puedo enviarlo.

Les confieso que el texto de Elisabeth Schussler Fiorenza, exigió de mi parte un gran esfuerzo por el lenguaje que utiliza. Al empezar sentí una fuerte motivación, pero luego, a medida que avanzaba, sentía desfallecer por la dificultad de comprensión que me representaba. No he recibido formación teológica y me costó bastante enfrentarme a algunas expresiones y temas, pero a su vez tuve el reto de seguir y tratar de entender algo. Quizá no son muchas las ideas que pueda expresar, pero algunas que puedo concluir son las siguientes:


La Biblia no está exenta de la necesidad de contextualizarla para su interpretación, para entender el porqué y el para qué de sus escritos. Como bien se dice en el libro, más que el texto, lo verdaderamente importante es el contexto y toda una realidad que acontece alrededor de los escritos.

Es evidente que la Biblia también es fruto de una cultura patriarcal y ha sido sellada desde su forma, interpretación y transmisión, por el lenguaje androcéntrico. Por tanto, es importante considerar la marcada diferencia entre “escritos” fruto de la acción de una persona (en este caso hombres que dejaron su sello patriarcal en la Biblia) y “Escritura” como contenido, como revelación de Dios que debe ser desentrañada por nosotros/as.

Me gustó mucho la idea de que “no se trata simplemente de devolver la historia bíblica a la mujer”, sino “reconocer la historia como fruto de la acción de la mujer”. Creo que es así como se garantiza una verdadera inclusión de la mujer en una realidad en la que, como agente activa, fue y sigue siendo contribuyente a la transformación y el desarrollo de toda una sociedad. Me encanta la invitación que se hace de mirar a la mujer no como parte de un sector marginado, oprimido, pobre y por ende acogido por Dios, sino desde su poder y su fuerza como lugar de revelación.

Ubicar a la mujer en la periferia y no en el centro de la vida y de la historia cristiana, es perpetuar su opresión y aplicar de alguna manera lo que el lenguaje androcéntrico inclusivo hace: destacarla sólo por su participación excepcional o problemática en un contexto específico y no por el valor que representa a nivel general.

Soy fruto de una formación en la que obviamente las Sagradas Escrituras tienen un lugar central; sin embargo, este texto genera en mí nuevas y mayores inquietudes, no porque la Biblia pierda valor, sino por la sed que despierta de adentrarme más en ella y leerla desde nuevas perspectivas. Hasta ahora evidencio la necesidad de separar forma de contenido y sé que para ello requiero de adecuados elementos, de una formación que me ayude a ir más allá de las tradicionales enseñanzas que recibí.


No es tarea fácil asumir una postura crítica frente a la Biblia aceptando que no todo en ella es verdad, especialmente para quienes poco nos hemos enfrentado a estudios de esta magnitud y que, generación tras generación, hemos escuchado la misma transmisión de mensajes que generalmente se quedan en lo literal de los escritos. Es por esto que una vez más confirmo la urgencia que tenemos de dar respuesta a uno de nuestros desafíos generales del CIT: “Continuar favoreciendo la formación conjunta de hermanas y laicos para fortalecer la misión compartida, desde: carisma, teología bíblica, pastoral…”. Estamos en deuda con nosotras mismas y muy especialmente con nuestras nuevas generaciones para que no tengan que hacer lo que a nosotros nos corresponde hoy: “Aprender a Desaprender”.

Bien lo dice nuestra Propuesta Educativa Teresiana:
Necesitamos DESPERTAR

“Abrir los ojos”
para ver (y entender) no sólo lo que las imágenes (los escritos) quieren vendernos, sabiendo que detrás no están los rostros de las personas, sino los intereses… (de otros).

“Abrir los oídos” para escuchar con atención relatos, historias… que nos hablan de distintos contextos culturales de otra historia. Así comprenderemos por qué pasa lo que pasa, por qué se piensa como se piensa…”

"Y lo haremos porque estamos ciertas/os
que esta experiencia transparenta el Amor y Verdad divinas
y son lo único que une, ilumina y calienta nuestro mundo”

(Mísitica de la Educación Teresiana, Educamos Educándonos, págs 92 a 94)

aporte a foro perspectiva de genero

FORO GENERO Y EDUCACIÒN

Colombia , Medellín .JULIO 21 DE 2008.


Por: Marìa Helena Rivillas stj. helenrivillas@gmail.com

TEXTO: MUJERES QUE CORREN CON LOS LOBOS DE CLARISSA PINKOLA ESTÉS.

Resonancias:

Genial texto para entrar y ahondar en nuestra propia psiquis y descubrir allí de nuevo toda la fuerza y vitalidad que nos hemos dejado robar o que hemos dejado en la orilla de gran selva de la vida sin esperanza o con mucha pasividad.


Sentimientos:

ADMIRACIÓN: por toda la maravilla que hay en mi naturaleza salvaje, instintiva.

GRATITUD : por la fuerza y genialidad con la que Clarisa describe toda la vida y fuerza que hay en nosotras las mujeres y a la vez las trampas en las que inconcientemente caemos y que nos paralizan.

CONTEMPLACIÓN: en la imagen de la Mujere Salvaje, contemplo toda la Genialidad y plenitud que Dios puso en cada una de nosotras/os.

FORTALEZA: Dentro de nosotras hay una fuerza que es vida y que es mas fuerte que la muerte que nos ronda permanentemente .

LUZ Y CLARIDAD: de la enorme potencialidad, dones, energía, fuerza y en definitiva el Dios que nos habita y que actúa en nuestra historia y nos impulsa a crear y a reestrenar la vida a cada instante.

Lucidez al constatar toda la vida que hay en mi naturaleza de mujer teresiana

Imágenes bíblicas

“Tanto los animales salvajes como la Mujer Salvaje son especies en peligro de extinción” Clarissa
“En el transcurso del tiempo hemos presenciado cómo se ha saqueado, rechazado y reestructurado la naturaleza femenina instintiva.” Clarissa.

Por eso se me ocurrió que el salmo 103 en el versículo del 1 - 5 recoge este clamor de recuperar en mí y en todas nosotras la naturaleza salvaje, nuestra naturaleza instintiva.


Bendice alma mía, al señor,
Y todo mi ser su santo nombre
Bendice, alma mía, al señor,
Y no olvides sus muchos beneficios
El te perdona todos tus delitos
Y te cura de todas tus enfermedades
Èl rescata tu vida del sepulcro
Y te colma de amor y de ternura
Èl sacia de bienes tu existencia
Y te rejuvenece como el àguila.


Imágenes Teresianas
RESTAURAR
TRANSFORMACIÓN DEL GUSANO A MARIPOSA
CAVAR EN LO MUY HONDO


Aquello que despertó en mi.

El deseo de rastrear , adentrarme. buscar y perseverar en las ruinas de mi vida y del subsuelo de mis compañeras de camino.

Grandes interrogantes respecto a nuestros procesos formativos iniciales y permanentes, si nos están permitiendo descubrir y entrar allí donde esta lo mejor de mi yo , mi sí mismo, ( C Jung ) mi lugar seguro, (Marie Pual Ross ).
Contamos una herramienta poderosa que es el conocimiento propio y el cultivo la interioridad , que nos posibilita encontrarnos con esa naturaleza instintiva donde Dios puso todo su mimo , ternura ,cariño, amor y su sello de identidad Divina.

Orando el desafío dos “Vivir toda relación como lugar de encuentro con Dios que genera vida y comunión” sentí que solo si nos relacionamos desde lo mejor que Dios puso en cada una de nosotras/os podríamos vivir unas relaciones interpersonales incluyentes, fraternas y humanizadotas que faciliten el acompañarnos mutuamente en la vida.

Siento una llamada a permitir que la Gracia y el amor liberador de Dios sane y restaure el yo herido y neurótico que convive conmigo y con mis compañeras/os de misión.

Quiero terminar mi sencillo aporte con este texto de Clarissa Pinkola que me parece resume mucho de lo que aspiramos ser para que nuestras relaciones con nosotras mismas, con el otros y con lo otro sean eso que todas/os soñamos . RELACIONES INCLUYENTES, FRATERNAS Y HUMANIZADORAS…..

“Los lobos sanos y las mujeres sanas comparten ciertas características psíquicas: una aguda percepción, un espíritu lúdico y una elevada capacidad de afecto. Los lobos y las mujeres son sociables e inquisitivos por naturaleza y están dotados de una gran fuerza y resistencia. Son también extremadamente intuitivos y se preocupan con fervor por sus vástagos, sus parejas y su manada. Son expertos en el arte de adaptarse a las circunstancias siempre cambiantes y son fieramente leales y valientes.Y, sin embargo, ambos han sido perseguidos, hostigados y falsamente acusados de ser voraces, taimados y demasiado agresivos y de valer menos que sus detractores.” Pag 12 edt Zeta.

.
RESPECTO AL LIBRO En memoria de ella de ELISABETH SCHUSSLER FIORENZA.

Me sentí invitada a conocer con mas profundidad el método de investigación y conocimiento verdaderamente humano como dice ella , …”conocimiento que incluye a toda las personas, hombres y mujeres, clases altas y bajas, aristocracia y gente ordinaria, culturas y razas distintas, poderoso y `débiles” Pag 24 . Elisabeth Schussler Fiorenza .En memoria de Ella.

lunes, 21 de julio de 2008

Teresianas y teresianos salvajes!!!

Regalarme tiempos previos al verano para hacer las lecturas del foro de manera intercalada con un intenso cierre del curso escolar (se que todos los lectores entenderán muy bien a lo que me refiero) me brindó la oportunidad de encontrar fuertes comparativos entre lo leído y nuestro desempeño como educadoras y educadores teresianos. Y comencé a dar este enfoque desde el comparativo que en “Mujeres que corren con los lobos” se hace de la mujer moderna con un torbellino de actividad. Cuántas veces no hemos experimentado en un fin de curso el desgaste mental, emocional y físico que esto implica. No se si a muchos les haya sucedido, pero yo usualmente recibo las vacaciones con una gripe fenomenal y dolores musculares que no son otra cosa más que tensión y activismo. Además en los últimos días siempre nos queremos comer el mundo, surgen las consecuencias de haber dejado de atender todo lo importante en el año por haber priorizado y atendido primero lo urgente; no quieres que la gente se vaya pues todavía hay pendientes y ya los demás lo que quieren es escuchar como palabras mágicas ¿qué fecha nos vemos de regreso de vacaciones? Cuando crees que el equipo ya está integrado siempre se presentan las sorpresas de última hora con renuncias inesperadas o movimientos necesarios. Además ya tienes que estar armando el inicio de curso pues “ésta es la vida de una escuela”, desde el cierre se planea el futuro. Por si fuera poco, también quieres participar en todos los cursos que en verano surgen pues son muy atractivos e interesantes. Los pendientes que todos tienen contigo se les vuelven de pronto urgentes pues si los resuelven pronto ya se podrán ir sintiendo que terminaron el año y se irán de verano y también está la fila de alumnado con algunas dificultades que necesitan ser atendidas antes del cierre. Aunque no lo quieras, cada una de las últimas mañanas del curso, es más difícil disimular las ojeras, la expresión se empieza a poner tensa, el torbellino que se forma en la mente y en toda la persona es intenso y no se detiene, empieza a arrastrar discretamente la capacidad de tolerar, pensar creativamente, analizar desde un instinto suspicaz y pensar con lucidez. El desgaste intelectual se empieza a notar en el cansancio físico, apatía y hasta de pronto en desgane. Es entonces cuando hay que hacer un alto porque transmitir todo esto negativo “no es justo”. Los demás confían y se fían de uno y por lo tanto tenemos que encontrar la manera de mantener siempre viva la ilusión, el ánimo y la inspiración. Tenemos todos los medios desde el teresianismo para conocer y reconocer todo el potencial que como hombres y mujeres salvajes podemos llegar a ser.
Si regreso al torbellino, puedo imaginar que el centro que lo forma es aquello que tenemos la necesidad y la obligación de mantener. Es lo único que nos dará la fuerza y resistencia alegre y renovada todos los días. Es solamente desde el espíritu desde donde podemos realmente curar nuestras heridas o cansancios que podemos estar acumulando. Y me pregunto, ¿por qué si usualmente tengo el hábito de acudir a un médico si algo me duele no le doy la misma importancia a curar y cuidar mi interior? ¿Cuándo atendemos el espíritu? ¿Qué tiempo le dedicamos? ¿Con qué medios cuento para ello?
En los años que llevo en el Colegio, he tenido la suerte de poder encontrar en algunas personas que ahora defino como “muy sanas” y que han sido claves en mi vida. Sanas porque desde que llegan sin tener la intención dominan el ambiente, se les reconoce y se les admira, inspiran el deseo de estar cerca de ellas, se dejan querer muy fácilmente. Se volvieron modelos que me atraían y con los que me sentía muy conectada. Son de admiración las relaciones con significado fuerte que logran establecer y lo saludables y creativas como se desempeñan. ¿De dónde adquieren tanta energía? Son como niños en cuerpo de adultos. ¿Es que nunca se cansan?
Creo que el secreto es que estas personas o modelos han encontrado la manera de atender su centro, alimentarlo, curarlo y cuidarlo todos los días. Van caminando por la vida sabiendo distinguir entre lo que deben mantener vivo y lo que deben hacer morir en su interior. Van soltando sus ataduras y dolores. Se dan tiempo para escuchar y escucharse a si mismas. Esto es lo que hace a estas personas “salvajes” y es así como hay que aspirar ser en todo cierre de año y en cualquier año escolar que nos toque iniciar.
Gracias por esta oportunidad de renovación interior y de extendernos la invitación a buscar en nuestro interior a nuestro al ser salvaje que nos llevará a ser, mantenernos y hacer felices a los demás.
Nos deseo de todo corazón un verano de encuentro con nuestro yo salvaje que nos inspire y anime en nuestro andar y nos permita establecer relaciones de gran significado en cualquier ambiente.
Con ese espíritu salvaje se antoja y fluye espontáneamente mantenernos siempre haciendo: Todo por Jesús. ¡Mucha suerte!

Restituir a la mujer su herencia histórica


"Luchamos a una por la libertad,
un mismo latido, canción del Espíritu.
Hermanas en el gozo, en el dolor,
antigua y fuerte es nuestra danza
"

Ultima estrofa de la canción RUAH de Ain Karen.

Hola todas y hola José. Quiero decirles que la lectura de Elisabeth Schüssler Fiorenza está desencadenando en mí un resituarme frente a la Biblia. Me acerco a ella, la leo, la reflexiono y la oro de manera diferente. Esta primera parte de su libro "EN MEMORIA DE ELLA" me está proporcionando claves de lectura, respuestas a preguntas que me he planteado desde mucho tiempo atrás y sobre todo, un referente para seguir en este proceso de construcción de mi propia identidad de mujer. A continuación les comparto algo de esto.

Schüssler Fiorenza plantea la necesidad de representar la historia del cristianismo primitivo como herencia de las mujeres y de la misma humanidad. Las luchas de ellas son las nuestras, y su forma de actuar puede recrear nuestra conducta. El canto de Ain Karen expresa la solidaridad que nos une y que por otro lado, nos impulsa a seguir danzando hasta liberar el poder emancipador de la comunidad cristiana que "no está teológicamente enraizada ni el diformismo sexual-espiritual ni en la dominación eclesial patriarcal, sino en una visión igualitaria y en unas relaciones sociales altruistas que no pueden ser referidas a las diferencias entre lo masculino y lo femenino".

Me quedó claro por ejemplo: (a) que la Biblia tiene impacto político en las iglesias, la sociedad y las instituciones; (b) que su lenguaje es androcéntrico y que "ellos" han dejado su rastro sobre la revelación bíblica; (c) que no todas las afirmaciones bíblicas tienen el mismo rango en cuanto a verdad y autoridad; (d) que la imaginería patriarcal y el lenguaje androcéntrico son la forma pero no el contenido del mensaje bíblico; (e) que los símbolos teológicos han perdido las imágenes y motivos femeninos, despojando a las mujeres del poder nombrar; (f) que hubo una interesada devaluación y supresión del culto a la "Diosa", eliminando la legitimidad del poder femenino como poder independiente, salvífico, sustentador y principio divino presente en nosotras; (g) que el lugar de la revelación no es el texto androcéntrico sino la vida y ministerio de Jesús y el movimiento de mujeres y hombres impulsado por él; (h) que la selección y transmisión androcéntricas de las tradiciones cristianas primitivas han forjado la marginación histórica de la mujer, pero no son un reflejo fiel de la realidad histórica en lo que atañe a su responsabilidad y participación en el movimiento cristiano; (i) y que en esta lucha, el liderazgo de las mujeres fue sometido, sin embargo, las corrientes igualitarias del cristianismo primitivo nunca fueron eliminadas...

Las anteriores afirmaciones cambiaron mi manera de orar la Biblia, de acercarme y hablar de ella. Para que no se asusten, debo decirles que la Sagrada Escritura no ha perdido su sentido sagrado y su posición en mi espiritualidad. Pero constato que se están modificando mis formas de interpretar y rezar con los símbolos, las metáforas divinas, los personajes sobre todo las mujeres. En fin... creo que la lectura de este libro traerá nuevas síntesis. Les envió un súper abrazo.

¡Ah!!! la imagen que coloqué es otra forma de iconografía divina que estoy usando en mi oración y mi catequesis.
NANCY OLAYA

domingo, 20 de julio de 2008

Encuentro Liberador

El encuentro con esta literatura me ha gustado muchísimo, me ha ayudado a despertar mi ser de mujer; me ha dado elementos para hacer una mirada introspectiva de mí misma de cara al proceso liberador que estamos llamadas a vivir y que debe comenzar en primer, lugar por cada una.

Desde la lectura del libro:”En Memoria de Ella” de Elisabeth Schüssler Fiorenza, se puedo concluir que la Biblia ha sido interpretada androcéntrica y Patriarcalmente a lo largo de la historia, lo que ha contribuido a marginar a la mujer, invisibilizando la opción que Jesús hizo por las mujeres de su tiempo y por los excluidos de su época.

Jesús desde su compromiso por la humanidad instauro el discipulado de iguales: el hombre y la mujer siguiendo al Maestro y anunciando la Buena Nueva para todos y todas sin ninguna discriminación, pero desde una concepción patriarcal de la Biblia y porque no decirlo, de la Tradición se ha silenciado el lugar que ocuparon las mujeres en el grupo de Jesús, y hoy en nuestro compromiso por el Reino, nos “toca” hacer memoria de esas mujeres invisibilizadas, que estuvieron ahí en “espíritu y verdad” y hoy son testimonio para todas nosotras que seguimos a Jesús, que nos invita a liberarnos y optar por la vida.

El encuentro con este libro nos plantea a nivel personal y desde nuestras comunidades inmediatas hacer una relectura de la Biblia en clave feminista, rescatando la invitación a la liberación “para la mujer y desde la mujer”

La liberación de la mujer la hacemos desde la óptica del Espíritu que es quien ilumina las actitudes liberadoras, equitativas que respetan la dignidad de las personas en Coherencia a la Buena Nueva anunciada por Jesús, desde ahí, replantear una hermenéutica que privilegie la óptica de la mujer y una exégesis que clarifique las situaciones del texto y del contexto.


El libro “Mujeres que corren con los lobos” de Clarissa Pinkola, me ha ayudado a hondar en esa clave Teresiana del “propio Conocimiento” a descubrir esa “mujer salvaje” que hay dentro de mí y que estoy llamada a descubrir a potenciar y a dejar salir… Esa “mujer salvaje” me lleva a reconstruir mi historia y a convertirla para mí misma y para los demás en esa historia de salvación que Jesús quiere.

Son muchos los “sentires” que se han despertado en mí la lectura, es el encuentro con mi ser de mujer “salvaje” que necesita y clama liberación, que lleva a ahondar a revitalizar esas zonas oscuras, donde es necesario “juntar esos huesos” y cantar sobre ellos, y dejar salir esa luz que me hace más humana, que me lleva a “gustar la vida” y a emplearla en lo que muestre, en lenguaje Teresiano, “la hermosura del Castillo” que soy yo misma habitada por Dios.

Como mujer salvaje, el decidirme entrar, es la invitación a encontrarme con mis “verdades más profundas” a mirarlas con compasión y valentía para convertirlas en el pozo donde pueda beber el Agua que da “Vida” para mí y para la humanidad.

La “mujer Salvaje” que hay en mí me conduce a contemplar mi historia, todo mi ser y redimir esos “huesos” que no parecen ya tener vida, es soplar sobre ellos y vivir en plenitud, desde mi intuición de mujer, de Teresiana que se entusiasma por vivir desde “abajo y desde dentro” y que tiene gestos de “libertad, compasión y gratuidad” para mí misma y para la humanidad.

Nuestro despertar femenino



No puedo empezar a compartir mis reflexiones sobre el texto MUJERES QUE CORREN CON LOS LOBOS sin dejar de anotar cómo las claves de lectura orientan de una manera especial la comprensión e interpretación que hagas del mismo. El leerlo en clave Teresiana te ayuda a tomar contacto con esa simbología que orienta ese proceso de Conocimiento propio que deja verse entre las líneas de esta búsqueda de la Mujer salvaje que hay en cada una de nosotras; esa Mujer cuyos huesos parecen enterrarse en los más profundo del ser, ocultando nuestra esencia, para ceder a los deseos, intereses y necesidades que ese “otro”, disfrazado de familia, cultura, sociedad, nos demanda.

Descender a ese Yo Instintivo para establecer contacto con esa Mujer Salvaje, es ese disponernos a entrar en el Castillo interior, un disponernos que requiere del anhelo, del deseo, de esa determinada determinación (Camino de perfección, Cap 21,) para relacionarnos con el yo más profundo. El deseo de mirarme interiormente para estar en el propio cuerpo con la certeza y orgullo de ser quien soy, reconociendo mis dones y limitaciones, echando mano de mis innatas facultades femeninas, estableciendo y defendiendo mi propio territorio en el que, en lenguaje de Pinkola solo hay lugar para esa Mujer salvaje que me permite sacar lo mejor de mí rescatando esa fuerza indestructible de mi propia vida.

Entrar en contacto con esa Mujer Salvaje es permitirme Regresar al Hogar, como el Hijo Pródigo regresa a casa (Lc 15) para reconocerme en mi ser, mi grandeza, mi debilidad, mi esencia de mujer. Un camino que en lenguaje Teresiano nos pertenece a nosotras mismas y que la misma Pinkola enfatiza como tarea solitaria, recordando quiénes somos y qué es lo que nos proponemos.


El llamado de Pinkola a cantar sobre los huesos, me hace tomar conciencia de ese permiso que no debo negarme de reconocer mis propias necesidades, a dejar que hable mi dolor, mi sueño, mi deseo más profundo. Cantar en mis momentos de dolor, tristeza, oscuridad, miedo… buscando rescatar los huesos perdidos en lo más profundo del alma para poder reconstruirme; para rescatar ese valor de mujer que, aunque a veces pierda o muera, por su mismo valor lo puedo resucitar. Contactar con mi ser, mi necesidad, mi deseo, es reconocer que en medio de la realidad que vivo y de un mundo que requiere de mi presencia, hay un "Yo" que clama mi atención y que sólo atendiendo como debo, puedo seguir el caminar con la firmeza y seguridad que ese mismo "YO" me posibilita.

Así mismo, una invitación especial a superar el constante activismo, a salirnos de ese borroso torbellino de actividad que nos impide gustarnos la belleza, la ensoñación, a NOSOSTRAS MISMAS. Debemos permitirnos el contacto con la belleza del arte que a su vez nos contacta con nuestra belleza interior, a "CONTEMPLAR y CONTEMPLARNOS". Gran tarea es luchar por ser esa loba sana con aguda percepción, espíritu lúdico, leal y valiente, con elevada capacidad de afecto, gran fuerza y resistencia para enfrentar los buenos y malos tiempos, CAPAZ DE DIOS y con Él capaz de vivir las nuevas circunstancias que demandan los tiempos.

Ahora bien, Pinkola al igual que Teresa de Jesús, nos hace una especial alerta. Nos invita a tener cuidado para no ahogarnos gozosamente en el arrobamiento experimentado al estar allí, esa alerta que en Teresiano se expresa desde el estar ENGOLFADAS cuando por gracia de Dios alcanzamos a estar en esas Sextas Moradas.

Nuestra misión es permitir que muera lo que nos hace daño, nos lastima, no nos favorece; aquello que entorpece las sanas relaciones conmigo misma, con el otro, con lo otro y con Dios; a dejar que muera lo que tiene que morir y que viva lo que tiene que vivir . Permitir nuestro despertar femenino, desde abajo y desde dentro como bien se expresa en nuestra PET, desarrollando nuestros sentidos, nuestra capacidad de oír con los oídos del alma, abriendo las ventanas de nuestros sueños y permitiéndonos ser transparencia de la Mujer salvaje que hay en nuestro interior.

viernes, 18 de julio de 2008

VER, NOMBRAR, RECONSTRUÍR

Todo este "rollo" de Elisabeth Schussler Fiorenza está muy bueno y la verdad me movió muchas cosas por dentro, desde niña, con la doctrina de Enrique de Ossó, descubrí que las mujeres somos valiosas, importantes, el "corazón de la familia"; pero mucho con un fondo de dar, sacrificarnos por los demás, someternos, resignarnos al roll y papel que la sociedad y la iglesia nos impone como mujeres... la verdad yo he vivido y sigo viviendo desde donde estoy, con mucho dolor, el lugar de "segunda" que se nos ha asignado en la Iglesia. Hace unos pocos años, estando en un encuentro donde se trataba el tema de los ministerios eclesiales, me atreví a contradecir a un obispo que dijo que era voluntad de Dios el que las mujeres no recibiéramos el orden sacerdotal, y se me tachó de "resentida". Leer toda esta búsqueda, estos argumentos, esta lucha por poder encontrar, recuperar el lugar de la mujer en la iglesia, desenmascarando el androcentrismo desde el que siempre se ha interpretado la Palabra y por tanto, los planes de Dios sobre las mujeres, me han dado mucho ánimo y esperanza de que algún día las cosas cambien. Y ¿quién más que nosotras las que tenemos que seguir empujando estos esfuerzos y no desanimarnos hasta que se hagan vida??
Me pareció muy interesante el saber que los libros no canónicos presentan otra visión de la participación de la mujer en la tarea evangelizadora, y que eso ha hecho que en las otras iglesias (ortodoxa por ej.) la mujer si pueda tener otro tipo de papel y reconcocimiento; y a la vez me pregunto ¿por que tanto temor a las mujeres en la iglesia católica???? ¿por qué ya desde los comienzos de la iglesia eran una "amenaza" para los varones??? Bueno, eso no es difícil de responderlo, pues pasa lo mismo hoy con los sacerdotes, les caen bien las monjitas calladitas, las que a todo dicen que si, las que les besan la mano...... pero no las que cuestionan o están a la altura de ellos. Me dió gusto también leer lo que se dice de Pablo, que probablemente él tuvo que resignarse y aceptar la autoridad que ya tenían las mujeres en las comunidades primitivas.
Algo que se me hace todo un reto para la pastoral y catequesis, es como hacerle para no seguir transmitiendo los mismos esquemas, lenguaje, conceptos que nos han hecho quedar a las mujeres en donde estamos y de donde ya queremos salir. Está difícil poderles explicar a l@s niñ@s que Dios no es varón, y hacer a un lado todo lo que nuestra "catequesis" tiene de sexista. ¿cómo?

MUJERES QUE CORREN CON LOS LOBOS

La verdad este texto me encantó. Me doy cuenta cuánto hemos perdido de nosotras mismas, o más bien, cuánto desconocemos y aun no hemos descubierto. No nos conocemos a fondo como mujeres y por tanto, no somos ni reflejamos la imágen original de Dios. Se nos han puesto, y nostras mismas nos seguimos poniendo capas y máscaras. Pero me da gusto constatar que aun hay mujeres "salvajes", tal vez las más parecidas y originales sean las mujeres indígenas con las que yo trabajo. Aun hay mujeres salvajes que nos iluminarán y animarán a "juntar los huesos". Pero también me doy cuenta, en el tiempo y experiencias que he vivido con distintos tipos de mujeres, que una cosa es que seamos concientes de lo que aun tenemos que buscar de nuestra dignidad, valor, ser de mujeres, y otra el que encontremos el verdadero camino de regreso a lo que somos y debemos de ser. Eso aun no está hecho y "se hará camino al andar"...De cuántas ideas, modelos, esquemas nos tenemos que liberar, primero nosotras mismas, para no transmitirlas a las siguientes generaciones. Esto no es fácil. No escribo demasiado porque si no, no vamos a leer lo de tod@s.

lunes, 14 de julio de 2008

Elisabeth Schussler Fiorenza

Del libro de Elisabeth Schussler Fiorenza: “En Memoria de ella”.
Hola, hola! Aquí les comparto el escrito prometido. Espero sean benévol@s!

Ante todo, me he sentido sorprendida por el tipo de texto que nos han puesto a investigar. Era la primera vez que, desde un proyecto de este tipo, me tocaba leer un libro fundamentado con una rigurosidad científica exquisita. Y así, de la sorpresa he pasado a la alegría. Ya después, en el transcurso de la lectura y de la reflexión, he sentido una cierta preocupación y un cierto miedo. Me preguntaba, ¿cómo poder administrar tanta conciencia sobre un tema determinado cuando el contexto en el que una se encuentra se halla tan lejos de intuir la realidad sobre la cuestión?

Lo que el libro de Elisabeth S. Fiorenza produce en mí es, como dice el filósofo Kant respecto de la lectura de Hume, despertarme del “sueño dogmático” en que me hallaba sumergida. ¿Cómo poder, pues, sobrellevar este nuevo estado al que me ha sumergido la lectura? Es más, ¿cómo trasmitir el resplandor del contenido del texto a los que todavía se hallan anclados en la “caverna platónica”? Pareciera un poco de soberbia ubicarse fuera de ella, pero lo cierto es que después de esta lectura inevitablemente hay que situarse en un “antes” y en un “después” existencial.

Siento que mi historia de mujer se halla estupendamente reflejada en sus páginas, esto es, me siento identificada e interpretada con el contenido de lo que anuncia y denuncia Elisabeth Schussler en su escrito. Me edifica su grandeza “lobuna” y creo que hace honor a su linaje “salvaje” y guerrero en un mundo androcéntrico-patriarcal. Utiliza el derecho a la palabra como un modo de salir de la invisibilidad a la que nos han tenido sumergidos desde siempre en todos los ámbitos, especialmente en el eclesial.

Identifico a Elisabeth con lo que afirma Clarisa Pinkola: “Una mujer sana se parece mucho a una loba: robusta, colmada, tan poderosa como la fuerza vital, dadora de vida, consciente de su propio territorio, ingeniosa, leal, en constante movimiento.” (p. 11). A mi juicio, si no somos capaces de rescatar nuestras raíces lobunas, se nos hará muy difícil ir forjando un cambio de paradigma más armónico y equitativo como el que propone el movimiento feminista liberador y reformista de Schussler.

En el estudio de la Biblia, una “hermenéutica de la sospecha”, como la que nos propone nuestra autora, sólo es posible aplicarla desde un talante lobuno, que nos conduzca a explorar las visiones y los valores liberadores u opresores inscritos en el texto, identificando el carácter y la dinámica androcéntrico-patriarcales del mismo y de sus interpretaciones.

Puesto que los textos bíblicos están escritos en lenguaje androcéntrico, en el seno de culturas patriarcales, lo interesante de la “hermenéutica de la sospecha” es que no empieza por asumir que el relato bíblico sea un texto feminista liberador sólo porque su personaje central sea mujer. En cambio, trata de investigar cómo y por qué el texto estructura dicho relato tal y como lo hace. Y esta actitud desenmascaradora y crítica me parece oportuna y desafiante. “Los mundos interior y exterior no siempre son lugares placenteros, pues los agentes devastadores siempre están al acecho…”

Desde esta perspectiva, la Biblia necesita ser rescatada de su cautividad en una interpretación masculina, reduccionista y tergiversada. Hay que redimirla de las interpretaciones privatizadoras y espiritualistas que desestiman el interés de Dios por la justicia, la integridad humana y la responsabilidad ecológica; es necesario liberarla de las interpretaciones abstractas y doctrinales que separan el relato bíblico de su contexto sociopolítico concreto a fin de transformarlo en una verdad situada.

Ahora bien, juzgo que los cuatro modelos de interpretación bíblica se complementan, es decir, tienen aspectos válidos y rescatables, pero el que me parece más apropiado para nuestro contexto latinoamericano es el de la teología de la liberación. Puesto que dicha teología, en sus diversas formas, ha desafiado la llamada “objetividad” y “neutralidad” académica de la teología tradicional. Intelectualidad y neutralidad no es posible en un mundo de explotación y la opresión.

No existen, pues, perspectivas totalmente neutras y objetivas. Todo conocimiento está situado y es interesado, como lo ha explicitado la sociología del conocimiento, de tradición marxista y lo han explicitado los teóricos de la Escuela de Frankfurt. Sólo una disciplina científica (estudio e interpretación bíblica) consciente del sesgo ideológico de todo saber, y que además opte por acercarse a la realidad desde la postura de las víctimas y de l@s perdedor@s de la historia, se podrá construir en una palabra auténtica, válida, creíble y liberadora.

De ahí que las hermenéuticas bíblicas que defiendan la “neutralidad ideológica” o “valorativa”, constituyen, por ello mismo, claras expresiones de una ideología que se merecen la puesta en marcha de toda nuestra “sospecha lobuna”.

Lo que Elisabeth Schussler nos deja claro es que los textos bíblicos son patriarcales. Las interpretaciones de esos textos también lo son, con honrosas excepciones. Las mujeres han sido marginadas en la Biblia, en la interpretación y en la tradición. Todo esto ha llevado a la opresión de las mujeres cristianas en las iglesias y en la sociedad (familia, estudio, trabajo, etc.). Por esta razón la hermenéutica feminista reformista nos invita a usar la “sospecha” como método con respecto a la tradición y a su interpretación.

En definitiva, las Escrituras necesitan ser liberadas no sólo de las interpretaciones androcéntricas tradicionales, sino también de la tendencia degeneradoramente patriarcal de la cual están impregnados sus propios contenidos.


Teresa del Pilar Asunción, 14 de julio de 2008

sábado, 12 de julio de 2008

Clarisa Pinkola

Hola a cada una y hola a José:
Voy a dejar, por ahora, mi compartir sobre el texto de Clarisa Pinkola, luego enviaré sobre el texto de Elisabeth Schüssler Fiorenza.
Agradezco mucho los comentarios que me antecedieron, me han iluminado y suscistado preguntas. Ya les contaré.

El libro de Clarisa Pinkola me lo había comprado estando en Chile y lo he traído conmigo a Paraguay con la expectativa de poderlo leer alguna vez. Tal es así que lo he dejado formando parte de la larga lista de espera hasta que, inesperada y afortunadamente, ha tomado prioridad sobre todos los demás. Y ahora me encuentro plenamente sumergida en sus páginas. Los caminos de la vida!

Es de esos libros que lees y que necesitas tener cerca. Que gusta para subrayar, tomar notas, sentir, pensar y conectar con la vida misma. Invita al análisis, a la revisión y la reflexión. Pero lo que más me atrae es que su lectura me desafía, me reconforta, me vincula con mis raíces mismas, con lo más genuino que hay en mí, con mis sombras, con mi profundidad, con mi “castillo interior”, con la esperanza, con la belleza, con aquello que realmente soy, etc.

Es un libro que habla de algo que está en el aire, todavía no fue dicho y necesita ser reconocido y verbalizado. Lo que no se verbaliza queda sepultado en las entrañas de la sombra desde donde la loba emite sus desconcertantes aullidos. Necesitamos tomar conciencia de nuestra faceta “lobuna” y guerrera, no como una contradicción, sino como un momento esencial de nuestra feminidad profunda.

No es posible obviar que el texto puede resultar al principio, y en determinadas partes, un poco difícil. Pero una vez que se le toma el hilo, sirve para compartir y sobre todo para vivir. Es cierto que un texto ni te resuelve la vida, ni siempre encontrarás en él las claves fundamentales para la existencia, pero sugiere, inspira, y a través de la seducción hace ver la realidad de otro modo, más ampliada según lo que cada cual lleva dentro.

El planteamiento de Clarisa Pinkola me invita a adentrarme en mi realidad de mujer, en su naturaleza “salvaje”, y desde sus raíces más interiores rescatar cierta parte vital que la tenemos desfigurada por una sociedad androcéntrica que pretende domesticarnos. En efecto, sus constantes esfuerzos por “civilizar” a la mujer y reducirla a unos parámetros de actuación patriarcal han ido dejándola sorda a los auténticos latidos interiores. Esta toma de conciencia es, pues, algo que me compromete en relación a las demás mujeres y varones.

Liberar nuestro ser femenino de la desfiguración secular y patriarcal es una tarea que urge. Un quehacer que está vinculado con la redención de todo aquello que tiene que ver con el espíritu lúdico, lo instintivo, las relaciones, los sueños, con la aguda capacidad perceptiva y afectiva, la sabiduría, la intuición, la creatividad… Actitudes todas ellas ocultadas por una ideologización masculinizante que tergiversa y enajena su identidad verdadera.

“Cuando una mujer se aparta de su fuente básica, queda esterilizada, pierde sus instintos y sus ciclos vitales naturales y éstos son subsumidos por la cultura o por el intelecto o el ego, ya sea el propio o el de los demás”. (Clarisa Pinkola, p. 9).

En la introducción Clarisa Pinkola afirma que la mujer moderna ha llegado a creer que tiene que ser todo y para todos, para lo que ha dado la espalda a la mujer salvaje que sin duda sigue escondida en su interior. El camino para descubrirla es difícil y no acaba nunca, dura toda la vida, y entre otras cosas, porque no hay objetivos concretos que alcanzar o modelos a emular, sino que cada una podemos rescatar ciertas capacidades ignoradas o habilidades minusvaloradas, que no tenemos en cuenta, y que potenciándolas llegaríamos a vivir de un modo más conforme con nosotras mismas.

“Una mujer sana se parece mucho a una loba: robusta, colmada, tan poderosa como la fuerza vital, dadora de vida, consciente de su propio territorio, ingeniosa, leal, en constante movimiento.” (Clarisa Pinkola, p. 11). Ante esta expresión de la autora no puedo sino dejar de ver en Santa Teresa de Jesús el prototipo de mujer lobuna, aguerrida, subversiva, inconformista, apasionada, intuitiva, sabia, de gran fuerza y resistencia.

Ella me ha enseñado con su experiencia de vida que los mundos interior y exterior no siempre son lugares placenteros, pues los agentes devastadores siempre están al acecho que nos llevan a poner en marcha constantemente nuestra capacidad de intuición, sabiduría y discernimiento para conjurar y neutralizar sus influencias negativas.

Teresa de Jesús es para mí como una madre loba de quien recibo lecciones, entre otras muchas cosas, acerca de los depredadores como, por ejemplo: si es amenazador y más grande que yo, debo huir; si es más débil, decidir qué es lo que quiero hacer; si está enfermo, lo dejo en paz; si tiene puntas, veneno, colmillos o garras afiladas, retrocedo y me alejo en dirección contraria; si huele bien, pero está enroscado alrededor de unas mandíbulas de metal, paso de largo.
Teresa del Pilar


viernes, 11 de julio de 2008

Hace años, unos 15 años aproximadamente, cuando íbamos a descansar a Cloudcroft al Sur de Texas, en las tiendas del pueblo, me llamaba mucho la atención que estuvieran llenas de figuras, calendarios, fotografías, camisetas, bolsas…de lobos. Siempre ha sido un animal que jala mi interior, de ahí que la imagen sugestiva de los lobos es fuerza de atracción para quienes hemos intuido esa naturaleza íntima en nuestro ser. El hecho de contemplarlos es descubrir la fuerza, la penetración de su mirada que va más allá de lo que mira en la superficie, la cautela y viveza en sí mismo, el poderío de la manada, la defensa de los suyos, el atrevimiento de la protección, la elegancia de la intuición, la valentía a prueba de fuego, la inteligencia…atrayentes a morir.
Hay una frase en el libro Mujeres que corren con los lobos que me parece que retrata el estado actual de la mujer. “La mujer moderna es un borroso torbellino de actividad”, sí, llena de stress por todo lo que hace durante el día, meses, años…y que va cargando su cuerpo con una energía negativa que deja de ser ella misma, para ser alguien ajeno a su propia voluntad. “Se ve obligada a serlo todo para todos”, es madre, amante, hija, ama de casa, ejecutiva, empresaria, artista, esposa, compañera, confidente, maestra, consoladora, educadora, médica, …etc. muchos nombres complementarios que la identifican como la mujer al servicio de los demás. Y es hora de restablecer la antigua sabiduría.
¿Cómo restablecer la antigua sabiduría que está marcada en nuestra propia naturaleza humana? ¿Cómo dejar fluir, en medio de nuestro mundo interior ambivalente, la fuerza de la naturaleza que sana nuestro ser y nuestro entorno?
Creo y siento, mente y sentimiento unidos, son fuerza que me hace creer que como mujeres tenemos que recuperar a través de la contemplación y de ese sumergirnos dentro de nosotras mismas la sabiduría de la que hemos sido dotadas. Existen muchos senderos y cada una es responsable de buscar su propio camino virgen para llegar a ensanchar nuestro ser como grito del universo. Tenemos muchas capacidades y habilidades que explayar en los espacios internos que gritan libertad. Recuperar esa naturaleza natural, sabia e inteligente, que nos hace ser criaturas del Creador, siempre criadas, continuamente renovadas.
“Tenemos que esforzarnos para que nuestras almas crezcan de forma natural y alcancen sus profundidades naturales”. Esa es nuestra tarea, nuestra responsabilidad personal, la de recuperar nuestro ser para ofrecer un espacio de paisaje verde, empapado por la lluvia que refresca y garantiza la esperanza.
¿Continuamos leyendo…compartiendo…mirando a fondo como los lobos?
RE stj

domingo, 6 de julio de 2008

"La gloria de Dios es la mujer y todas las mujeres plenamente vivas"


Hola todas y hola José. Voy a dejar mi comentario sobre la lectura de Clarissa Pinkola Estés. Luego colgaré el que se refiere a Elisabeth Schüssler Fiorenza.

La introducción que esta mujer hace a su obra: "LAS MUJERES QUE CORREN CON LOS LOBOS" me coloca en sintonía con esa máxima de San Ireneo: "La gloria de Dios es el ser humano plenamente vivo". Hoy no se duda que las mujeres seamos seres humanos (por lo menos teóricamente), en este sentido puedo decir que la gloria de Dios es la mujer, cada mujer y todas las mujeres ¡plenamente vivas!!! Pero me temo que aún la gloria de Dios está inconclusa o peor, deshonrada. "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo" es una frase que repetimos las/os católicas/os a menudo... ¿sé está haciendo carne e historia?

Pero también su introducción es uno de esos textos, que me conecta con mi bondad natural, honda y original. Hace unos meses reflexionando sobre una de las Líneas Maestras de la Propuesta Educativa Teresiana con otras mujeres, nos preguntábamos que encarna y representa para nosotras una espiritualidad "desde dentro y desde abajo". Nos dijimos entre otras cosas esto: "es lo sublime, lo sagrado, lo esencial. Mi centro. Mi ser autentico que sale al encuentro del otr@. Lugar en donde reside mi verdad más profunda. Lo instintivo, primario, salvaje, oscuro, entrañable, profundo, íntimo y ético. Todo lo que tiene que ver con el cuerpo, las pulsiones, los sentires y lo experiencial". Ellas y yo estamos leyendo a Pinkola y es posible que de alguna manera estamos influenciadas por ella. Pues bien, leyéndola conecté con todo ello, me dieron ganas de seguir viviendo con intensidad, de crecer en el conocimiento profundo de quien soy, de implicar-ME desde mi esencia femenina en todo, de desarrollar-ME toda yo en la medida de mis posibilidades. Total, tengo un Dios (una Dios/Ella) que lo desea, que está comprometido/a en mi propio proyecto ¿Qué me detiene?

Me encanta como plantea el DESPERTAR femenino: "Abrir los sentidos interiores para entender el habla del alma, percibir el sonido de los propios ritmos internos, recordar para que estamos en este mundo al lado de otras y otros, estar en el propio cuerpo con certeza y orgullo, hablar y actuar en nombre propio, levantarse con dignidad y conservar la mayor consciencia posible... etc". Elizabeth A. Johnson, teóloga feminista y hermana de la congregación de San José, dice en su libro LA QUE ES, que el DESPERTAR de las mujeres a su propia dignidad humana, puede ser interpretado como una experiencia de Dios y que ello es al mismo tiempo un nuevo acontecimiento en la historia religiosa de la humanidad. Yo tengo esa misma certeza y de cierta manera la estoy viviendo. Es algo así como un re-conocimiento de mi belleza y de mi fuerza, al tiempo que un deseo de solidarizarme con las demás mujeres, crear alianzas y caminar con otras.

Por otro lado, cuando leí el primer cuento: "La Loba", me atrajo muchísimo la imagen de la canción como una llamada a re-nacer. Conecté con Ezequiel 37, y en particular con un texto de Tolba Phanem (poeta africana) que se llama "La Canción de las Personas". Voy a transcribir una partecita: “Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de perjudicar a nadie. Tus amigos conocen 'tu canción' y la cantan cuando tú la olvidas. Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás. Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu integridad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás confuso". Nos redime la relación profunda con la propia esencia o con nuestro yo más hondo. Efectivamente se trata de un renacimiento y una vinculación profunda con mi fuerza femenina.

Bien, podría comentarles más cosas, pero quiero dejar aquí. Entre todas podemos ir completando. Un abrazo lobuno para cada una y para José. NANCY OLAYA