domingo, 20 de julio de 2008

Nuestro despertar femenino



No puedo empezar a compartir mis reflexiones sobre el texto MUJERES QUE CORREN CON LOS LOBOS sin dejar de anotar cómo las claves de lectura orientan de una manera especial la comprensión e interpretación que hagas del mismo. El leerlo en clave Teresiana te ayuda a tomar contacto con esa simbología que orienta ese proceso de Conocimiento propio que deja verse entre las líneas de esta búsqueda de la Mujer salvaje que hay en cada una de nosotras; esa Mujer cuyos huesos parecen enterrarse en los más profundo del ser, ocultando nuestra esencia, para ceder a los deseos, intereses y necesidades que ese “otro”, disfrazado de familia, cultura, sociedad, nos demanda.

Descender a ese Yo Instintivo para establecer contacto con esa Mujer Salvaje, es ese disponernos a entrar en el Castillo interior, un disponernos que requiere del anhelo, del deseo, de esa determinada determinación (Camino de perfección, Cap 21,) para relacionarnos con el yo más profundo. El deseo de mirarme interiormente para estar en el propio cuerpo con la certeza y orgullo de ser quien soy, reconociendo mis dones y limitaciones, echando mano de mis innatas facultades femeninas, estableciendo y defendiendo mi propio territorio en el que, en lenguaje de Pinkola solo hay lugar para esa Mujer salvaje que me permite sacar lo mejor de mí rescatando esa fuerza indestructible de mi propia vida.

Entrar en contacto con esa Mujer Salvaje es permitirme Regresar al Hogar, como el Hijo Pródigo regresa a casa (Lc 15) para reconocerme en mi ser, mi grandeza, mi debilidad, mi esencia de mujer. Un camino que en lenguaje Teresiano nos pertenece a nosotras mismas y que la misma Pinkola enfatiza como tarea solitaria, recordando quiénes somos y qué es lo que nos proponemos.


El llamado de Pinkola a cantar sobre los huesos, me hace tomar conciencia de ese permiso que no debo negarme de reconocer mis propias necesidades, a dejar que hable mi dolor, mi sueño, mi deseo más profundo. Cantar en mis momentos de dolor, tristeza, oscuridad, miedo… buscando rescatar los huesos perdidos en lo más profundo del alma para poder reconstruirme; para rescatar ese valor de mujer que, aunque a veces pierda o muera, por su mismo valor lo puedo resucitar. Contactar con mi ser, mi necesidad, mi deseo, es reconocer que en medio de la realidad que vivo y de un mundo que requiere de mi presencia, hay un "Yo" que clama mi atención y que sólo atendiendo como debo, puedo seguir el caminar con la firmeza y seguridad que ese mismo "YO" me posibilita.

Así mismo, una invitación especial a superar el constante activismo, a salirnos de ese borroso torbellino de actividad que nos impide gustarnos la belleza, la ensoñación, a NOSOSTRAS MISMAS. Debemos permitirnos el contacto con la belleza del arte que a su vez nos contacta con nuestra belleza interior, a "CONTEMPLAR y CONTEMPLARNOS". Gran tarea es luchar por ser esa loba sana con aguda percepción, espíritu lúdico, leal y valiente, con elevada capacidad de afecto, gran fuerza y resistencia para enfrentar los buenos y malos tiempos, CAPAZ DE DIOS y con Él capaz de vivir las nuevas circunstancias que demandan los tiempos.

Ahora bien, Pinkola al igual que Teresa de Jesús, nos hace una especial alerta. Nos invita a tener cuidado para no ahogarnos gozosamente en el arrobamiento experimentado al estar allí, esa alerta que en Teresiano se expresa desde el estar ENGOLFADAS cuando por gracia de Dios alcanzamos a estar en esas Sextas Moradas.

Nuestra misión es permitir que muera lo que nos hace daño, nos lastima, no nos favorece; aquello que entorpece las sanas relaciones conmigo misma, con el otro, con lo otro y con Dios; a dejar que muera lo que tiene que morir y que viva lo que tiene que vivir . Permitir nuestro despertar femenino, desde abajo y desde dentro como bien se expresa en nuestra PET, desarrollando nuestros sentidos, nuestra capacidad de oír con los oídos del alma, abriendo las ventanas de nuestros sueños y permitiéndonos ser transparencia de la Mujer salvaje que hay en nuestro interior.

1 comentario:

Nancy Olaya Monsalve dijo...

Linamary ¡hablas desde DENTRO!! Gracias por ser fiel a las claves de lectura. En lo que dices hay una riqueza muy grande porque haces paralelos con la Palabra, con elementos de nuestro Carisma y con tu propia experiencia. Me encanta cuando hablas del llamado a descender y regresar al propio hogar pero para salir y vivir lo aprendido. Gracias por todo lo que nos compartiste.