martes, 14 de octubre de 2008

SOBRE EL CUENTO DE BARBA AZUL

Este cuento me iluminó muchísimo. Hace tiempo que me vengo cuestionando por qué tantas jóvenes con las que he convivido a lo largo de mi vida apostólica, a pesar de tantos consejos, temas de formación, lecturas, sermones, etc. sobre la elección de su futuro, sobre su dignidad y valor como mujeres.. en un rato, sin pensarlo mucho ni bien, se entregan a cualquier muchacho, sin muchas condiciones, echando a perder su vida en un minuto.... Hasta me he llegado a sentir mal e impotente ante esta realidad que se repite en uno y otro lado, por lo menos de mi país.... Aunque leyendo lo que nos comparte Ma. José, veo que no soy la única.... Ahora lo entiendo más y esta lectura me ha dado mucha luz, este "depredador" lo llevamos muy dentro y no es tan fácil liberarse de él. También me dió mucha esperanza, porque no es imposible.... hay un camino, y eso me dió ánimo para seguirlo intentando. Me encantó la riqueza de simbolismos, sobretodo lo de la llave, será porque a mí me encanta hacerme preguntas y hacerle preguntas a la vida, a la realidad, a todo.... Ser "curiosa" no es tan malo como parece o nos hacen creer, al contrario, es el camino de la liberación profunda; es el impulso de la búsqueda, la intuición que tenemos como mujeres y que nos hace no conformarnos con las cosas como son y como están. Es nuestra fuerza, nuestra "arma poderosa" hacia algo mejor. El reto que me queda es el de contagiar y motivar a más mujeres a esta inquietud, a esta maravillosa "curiosidad", a este preguntarnos muchas cosas, aunque esto no sea fácil y muchas veces nos lleve a enfrentarnos con la cruda realidad del "lugar de las muertas" que antes que nosotras no pudieron liberarse de este fuerte enemigo... ya sea por cuestiones culturales, religosas, sociales, etc.

1 comentario:

Nancy Olaya Monsalve dijo...

¡Hola Lourdes, me uno a tu inquietud!!! Mmmm en el mes de la Santa, es bueno caer en cuenta de su capacidad de preguntar: "Me determiné a tratar con persona espiritual para PREGUNTARLE..." (V 23, 4) o "Procura ir conforme a lo que tiene la Iglesia, PREGUNTANDO a unos y otros" (V 24,12).

Esta actitud le mereció recibir el titulo de Mujer inquieta.