Todo este "rollo" de Elisabeth Schussler Fiorenza está muy bueno y la verdad me movió muchas cosas por dentro, desde niña, con la doctrina de Enrique de Ossó, descubrí que las mujeres somos valiosas, importantes, el "corazón de la familia"; pero mucho con un fondo de dar, sacrificarnos por los demás, someternos, resignarnos al roll y papel que la sociedad y la iglesia nos impone como mujeres... la verdad yo he vivido y sigo viviendo desde donde estoy, con mucho dolor, el lugar de "segunda" que se nos ha asignado en la Iglesia. Hace unos pocos años, estando en un encuentro donde se trataba el tema de los ministerios eclesiales, me atreví a contradecir a un obispo que dijo que era voluntad de Dios el que las mujeres no recibiéramos el orden sacerdotal, y se me tachó de "resentida". Leer toda esta búsqueda, estos argumentos, esta lucha por poder encontrar, recuperar el lugar de la mujer en la iglesia, desenmascarando el androcentrismo desde el que siempre se ha interpretado la Palabra y por tanto, los planes de Dios sobre las mujeres, me han dado mucho ánimo y esperanza de que algún día las cosas cambien. Y ¿quién más que nosotras las que tenemos que seguir empujando estos esfuerzos y no desanimarnos hasta que se hagan vida??
Me pareció muy interesante el saber que los libros no canónicos presentan otra visión de la participación de la mujer en la tarea evangelizadora, y que eso ha hecho que en las otras iglesias (ortodoxa por ej.) la mujer si pueda tener otro tipo de papel y reconcocimiento; y a la vez me pregunto ¿por que tanto temor a las mujeres en la iglesia católica???? ¿por qué ya desde los comienzos de la iglesia eran una "amenaza" para los varones??? Bueno, eso no es difícil de responderlo, pues pasa lo mismo hoy con los sacerdotes, les caen bien las monjitas calladitas, las que a todo dicen que si, las que les besan la mano...... pero no las que cuestionan o están a la altura de ellos. Me dió gusto también leer lo que se dice de Pablo, que probablemente él tuvo que resignarse y aceptar la autoridad que ya tenían las mujeres en las comunidades primitivas.
Algo que se me hace todo un reto para la pastoral y catequesis, es como hacerle para no seguir transmitiendo los mismos esquemas, lenguaje, conceptos que nos han hecho quedar a las mujeres en donde estamos y de donde ya queremos salir. Está difícil poderles explicar a l@s niñ@s que Dios no es varón, y hacer a un lado todo lo que nuestra "catequesis" tiene de sexista. ¿cómo?
viernes, 18 de julio de 2008
VER, NOMBRAR, RECONSTRUÍR
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3 comentarios:
Querida Lourdes, como dices, nos movemos (y a veces inconscientemente que es lo peor) en una estructura androcéntrica y patriarcal. Y por eso repetimos esquemas, modelos y sistemas. Te preguntas por los ¿cómo no repetir? Mmmm he ahí el gran dilema. Creo que este espacio nos dará para reflexionar y juntas buscar caminos. Gracias por tu compartir.
Hola Lourdes, soy Ileana y aquí desde México leí tu comentario y tengo que decirte que me encantó primero la facilidad que tienes para transmitir tu sentir por escrito.
También me llevó obligatoriamente a hacerme la pregunta de ¿alguna vez directamente me he sentido marginada por la sociedad o por la iglesia por mi ser de mujer??? Y ¿sabes? creo que tomar conciencia de ello mucho depende de cómo fuiste educada en la infancia, y algunas tardamos un poco más de tiempo en reconocerlo pues puede ser que crecimos viéndolo como lo común y lo cotidiano. Y este "teflón" con el que nos educaron es contagioso y sin darnos cuenta puede llegar a ser hasta un estilo de "educar" desde dentro de nuestro colegio a los chicos y chicas que integran la sociedad. En mi ciudad por ejemplo, lo reconozco en la educación que se transmite a los varones en los colegios maristas y la forma en la que ellos a su vez se relacionan con las chicas teresianas. Nosotros mismos propiciamos esas diferencias. ¡Gracias a Dios ya también nuestro colegio es mixto! y creo que en el nuevo estilo de relaciones que se están sembrando entre los varones y mujeres al estilo teresiano se podrán ir cimentando relaciones de equidad en las que realmente toda diferencia en cualquier tipo de encuentro produzca riquezas y crecimiento.
Gracias por ayudarme a esta reflexión.
¡Suerte y paciencia!!! que los frutos si crecen!!.
saludos!!!
Ileana.
Gracias lourdes por tus aportaciones. Realmente nacidas de la experiencia, sin duda. Comparto contigo especialmente ese reto de la formación catequetica y la transmisión de aquellos contenidos que para nosotros sean representativos. Aunque hace años que no me dedico a la catequesis, precisamente por desacuerdos con el parroco, sí tengo dentro de mi, ese celo por transmitir fe o vivencias a gente tan perdida. En mi trabajo con equipos de animadores, pongo todo ese empeño, y es una necesidad acuciante. A lo mejor es que seguimos creyendo en la esperanza y la utopia. Un abrazo desde Sevilla. MJ Rosillo.
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